En la actualidad, el aprendizaje de un idioma extranjero no sólo se puede centrar en la enseñanza dentro de un salón de clase y con la guía de un profesor. Debido al desarrollo tecnológico que cada día experimentamos y una amplia modernización en varios ámbitos de la vida, se hace necesario el uso de otras herramientas y técnicas que nos posibiliten adquirir un aprendizaje mucho más rápido, exigente de acuerdo a las necesidades de hoy en día.
Si bien es cierto que todos los idiomas son importantes, no podemos negar la realidad que se vive en cuanto a la lengua inglesa. En los últimos años, se ha convertido en uno de los idiomas que la gran mayoría de personas desea aprender. Una realidad que no sólo afecta a los países limítrofes de Estados Unidos o Inglaterra -naciones donde el inglés es la lengua oficial- sino también a cualquier sociedad que desea adecuarse a la realidad idiomática que hoy en día estamos viviendo.
La enseñanza del inglés no excluye a ninguna persona. Es por eso que los niños se han convertido en un grupo muy importante que desea ser parte del aprendizaje de esta lengua. Como mencioné al principio, la sola enseñanza del profesor ya no es suficiente para lograr los objetivos en cada uno de los niños. De acuerdo a la edad que ellos tengan, tanto el profesor como los otros responsables de esa educación deben utilizar diversas herramientas que ofrezcan una enseñanza mucho más moderna.
Una de esas herramientas lo constituyen las películas en inglés. Lo bueno de esta posibilidad es que las películas son ideales para cualquier persona, no importa si es niño, joven o adulto; inclusive los bebés, a pesar de ser tan pequeños, ante una imagen colorida y bulliciosa siempre tienden a prestarle atención, por más que a esa edad ni siquiera entiendan de qué trata esa película o qué fines tiene. Es por ello que con los niños es un herramienta que siempre debe utilizarse.
Para que ellos aprecien una película en inglés necesariamente deben de tener un conocimiento previo del idioma o encontrarse estudiándolo, sino, por más que sea la mejor película, ese esfuerzo será en vano. A través de la película el niño no simplemente se entretiene con la trama, sino que también le es posible aprender. Ello se logra porque es la fuente más directa para relacionarse con la correcta pronunciación, escritura y entonación en cada una de las palabras.
La enseñanza no simplemente se queda en una hoja de papel o en las palabras del profesor, sino que usando esta herramienta audiovisual es posible combinar la teoría con la práctica, además, dejar por un momento lo aburrido o tedioso que pueden resultar las clases dentro del aula. Es un tiempo para permitir que el entretenimiento se haga presente y de la manera más eficaz. Pero, también es importante mencionar que los encargados deben vigilar las películas que se muestran.
